Con la propuesta de diseñar el CD del grupo Camel Hoof aparece al mismo tiempo la necesidad de crear un identificador. En la elaboración de éste se trata de evitar la asociación del grupo a un género musical concreto, ya que no pertenece a ninguno en particular. Finalmente se decidió utilizar una forma simple que contrastara con la tipografía de curvas y detalles sugerentes.
En cuanto al diseño del disco, la atmósfera gráfica funciona como una interpretación visual de la música del grupo, enfatizando el carácter dadaísta que acompaña a todas sus composiciones. El producto final parece ser un caos compuesto por imágenes recortadas, personajes distorsionados y composiciones casi improvisadas.